1.2 Origen del experimento
«Debo disculparme por el tono de la siguiente sección, que puede sonar frío y carente de sentimiento. Mi larga demora en publicar este análisis se debe en gran parte a mis sentimientos de insuficiencia después de muchos intentos de suavizar su impacto. Pero finalmente estoy convencido de que las conclusiones a las que llego en esta sección son importantes, y por lo tanto, he hecho todo lo posible para que el texto carezca de contenido emocional… Su muerte me afectó profundamente, y espero que el lector lo tenga en cuenta mientras estudia esta sección.» — Luis W. Álvarez1
En Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963 tuvo lugar uno de los atentados más importantes de la historia de la cultura occidental. El 35° presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy fue asesinado: recibió tres disparos mientras viajaba en un vehículo con la comitiva presidencial.
Mediante una investigación que duró 10 meses, la Comisión Warren concluyó que el responsable de los disparos fue Lee Harvey Oswald, un exmarine estadounidense, quien habría disparado desde la ventana del sexto piso del Almacén de Libros Escolares de Texas, el cual estaba detrás del automóvil.
Una de las pruebas más importantes examinadas por la Comisión Warren fue el film de Abraham Zapruder2. Sin embargo, ¡el film tuvo que esperar más de 11 años para reproducirse masivamente! Fue recién el 6 de marzo de 1975 que la cadena ABC3 presenta una reproducción parcial del mismo, causando un gran revuelo. Ese mismo año, aparece públicamente en escena el premio nobel de física Luis W. Álvarez, para dar cuenta de los aportes que se podían hacer desde los anteojos de la física para esclarecer los hechos observados en el film de Zapruder.
Hacía ya algunos años que Paul Hoch, un estudiante de posgrado en Berkeley, le comenzó a insistir a Álvarez que se interesara en una de las controversias más candentes y duraderas surgidas a raíz del estudio del film de Zapruder: el comportamiento inesperado de la cabeza del presidente inmediatamente después de recibir el disparo final y mortal. Todos los que habían analizado el film estuvieron de acuerdo en que inmediatamente después de este disparo, la cabeza y el cuerpo del presidente se movieron bruscamente hacia atrás. Sin embargo, la ventana del sexto piso del Almacén de Libros Escolares de Texas desde donde, según la Comisión Warren, se produjeron los disparos, estaba detrás del presidente.
En la siguiente figura te muestro un esquema donde se observa claramente la posición relativa entre el edificio y las sucesivas posiciones de automóvil presidencial. En particular, en la posición 313 (que indica el número de fotograma del film) tiene lugar el último disparo que impacta en el presidente.

En ese entonces era común que se enuncien preguntas como
"¿por qué la cabeza del Presidente retrocedió, en lugar de alejarse de la pistola, como parecerían exigir las leyes de la física? “.
Incluso el mismo Álvarez comenta1 que escuchaba en la radio y la televisión comentarios como
“las leyes de la física exigen que el Presidente debió de ser disparado desde el frente, mientras que la Comisión Warren sitúa a su asesino, Lee Harvey Oswald, detrás de él”,
y también cuenta que:
- En su libro «Rush to Judment», Mark Lane dijo: «mientras la Comisión sostenía que la bala venía casi directamente desde atrás, implicaba que las leyes de la física se desactivaban en este caso, ya que el Presidente no cayó hacia adelante»4.
- Josiah Thompson, profesor de Filosofía en el Haverford College, escribió un libro que dedicó mucho espacio a este problema5. Concluyó que inmediatamente después de que el presidente fue herido en la cabeza desde atrás, otra bala disparada desde el frente del automóvil golpeó su cabeza y la empujó hacia atrás, por conservación del impulso, hacia la parte trasera del automóvil.
- James Garrison, el fiscal del distrito de Nueva Orleans, hizo afirmaciones similares a las de Thompson en el juicio muy publicitado de Clay Shaw en 1969.
La esencia de todos estos argumentos es que tenían como objetivo usarlos para concluir que si el presidente fue disparado desde dos direcciones, casi simultáneamente, tenía que haber una conspiración, en contradicción con la conclusión básica de la Comisión Warren de que Oswald actuó como un agente independiente.
En el siguiente video podrás ver un recorte del film de Zapuder donde se observa el efecto del disparo en la cabeza del presidente. En particular, se observa un movimiento hacia atrás y un desprendimiento de masa encefálica (no apto para personas con una gran sensibilidad).
A pesar de la constante insistencia de Paul Hoch, debido a que Álvarez no había tenido acceso detallado al film, imaginaba que se trababa de una cuestión muscular: probablemente la cabeza se mantuvo erguida por los músculos, controlados por el cerebro, y que una vez dañado éste último, pierde el control y la cabeza cae hacia atrás.
Recién cuando Hoch le entrego una copia del libro de Thomson, el cual contenía excelentes fotogramas y gráficos detallados, Álvarez prestó más atención. Pudo observar allí un gráfico de la posición de la cabeza del presidente en relación a un sistema de referencia ligado al automóvil y se convenció de que los aficionados al caso tenían razón: tenía que haber una explicación física de por qué la cabeza del presidente no cae hacia adelante y sí lo hace hacia atrás. En el mismo instante que se convence de esto se encontraba en un hotel, donde planteó y resolvió el problema de física asociado ¡en el reverso de un sobre que tenía a mano!.
Concluyó que el retroceso de la cabeza del presidente es consistente con la ley de conservación del momento, siempre y cuando se tenga en cuenta la ley de conservación de la energía y se tengan en cuenta la cantidad de movimiento de todo el material del problema.Cuando el premio nobel le comunica al estudiante los resultados obtenidos, Hoch redobla la apuesta diciéndole que la sociedad nunca iba a asimilar su análisis si no se hacían (y registraban) experimentos que lo confirmaran.
Fue así que, además de analizar el fenómeno con los anteojos de los teoremas de conservación de la física, Álvarez reprodujo el fenómeno varias veces. El registro que vimos inicialmente, con la encuesta, es el que Álvarez con su equipo eligieron como ejemplo para mostrar1. En él se observa que luego de disparar un melón envuelto con cinta de filamento de vidrio (para simular la resistencia cortical del cráneo) éste retrocede en lugar de seguir el sentido de disparo.
Prefiero no contarte el análisis teórico que reprodujo en el reverso de aquel sobre, sino que te propondré que intentes descubrirlo por tu cuenta en la siguiente etapa de este desafío.

Para darle algún cierre a la historia y volviendo al origen del experimento, Álvarez discutió sus cálculos con un viejo amigo y colaborador, Sharon «Buck» Buckingham, un entusiasta cazador de ciervos que se ofreció a realizar las pruebas con la condición de que Álvarez comprara los melones. En las primeras pruebas, antes de comenzar a disparar, todos los tiradores expertos presentes le dijeron que estaba perdiendo el tiempo. Incluso, uno de ellos dijo:
“He estado rodeado de armas toda mi vida, y debes estar loco si crees que algo alcanzado por una bala volverá hacia ti”.
En fin, con todo respeto, estos párrafos van dedicados a todas aquellas personas que sacan a relucir su experiencia para imponer artificialmente algún tipo de autoridad.
«La primera reacción es muchas veces de violenta agitación al ser puestos en entredicho, o echados por tierra, juicios y opiniones que nos son muy queridos. Sin embargo, si estás dispuesto a “resistir el chaparron” en lugar de dejarte llevar por la ira o escapar por la vía del rechazo injustificado de las ideas contrarias, descubriras que tal agitación y disgusto son muy beneficiosos. Pues ahora te darás cuenta que muchos matices de tu pensamiento, no puestos antes en tela de juicio, tienen mucho de presunciones implícitas. No significa esto que vayas a desechar tales presunciones en favor de las de otras personas. Más bien, lo que hace falta es que la crítica consciente de la metafísica propia de cada uno nos lleve a cambiar nuestras ideas cuando sea oportuno, y, en última instancia conduzca a la creación constante de ideas de clases nuevas y diferentes» - David Bohm6
Bueno, si todavía te quedan ganas: hagamos el último esfuerzo y pasemos a la siguiente etapa para hacer algunas cuentitas: 1.3 Reverso del sobre.
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Alvarez, “A physicist examines the Kennedy assassination film,”. Am. J. Phys. 44, 813–827 (1976) ↩︎ ↩︎ ↩︎
(Advertencia: documento no apto para personas con una gran sensibilidad. ) Vas a poder encontrar la versión original en Zapruder Film ( Original) de Archive Internet. ↩︎
American Broadcasting Company ↩︎
Mark Lane, Rush to Judgement, (Holt, Rinehart and winston,New York, 1966)’ p. 55. ↩︎
Josiah Thompson, Six Seconds in Dallas, (Bernard Geis, 1967). ↩︎
D. Bohm: «Further remarks on order», en C. H. Waddington (ed.): Towards a Theoretical Biology, vol 2, CHicago, Aldine Press, 1969. ↩︎